La editorial Códices azules, con sede en Quintanar de la Orden (Toledo) publica unos innovadores libros en la colección Cuentos del Picogordo que introducen al lector en la apreciación de formas complejas, el lenguaje visual, la expresión plástica y el arte gráfico.
El diseño de los libros es innovador, son cuadrados, se abre la cubierta que envuelve el contenido de hojas sueltas, manipulable cien por cien.
Estos libros están coloreados a mano por los alumnos del taller ocupacional de la Asociación Prodisminuidos de Quintanar de la Orden, dentro de unos programas formativos destinados a favorecer la habilitación profesional e inserción laboral de los alumnos. Son ediciones bilingües, español-inglés y español-francés, que pueden dar mucho juego en casa, en la biblioteca y en las aulas.
Las hojas sueltas permiten desorganizar la historia y reorganizarla una vez leída para comprobar la comprensión.
David en la espiral, que trata el tema del miedo paralizante, texto de Antia Edras e ilustraciones de Iván Redrueño, con traducción al inglés de Lawrence Schimel, coloreado por Pepe Escudero (2013) , traducción al francés de Ana Mª Navarrete (2017), coloreado por Laura González Mancheño.


Una tarde de tormenta, texto de Georgette Ménard, con ilustraciones de Antón Grifá, traducción al español de Alicia Moreno y traducción al inglés de Lawrence Schimel, coloreado por M.F.G. (2013).
Este texto tiene tres historias que se entrelazan, la del gorrión , la del gato de los Ponchet y la de Eloise, que salva al gorrión. Es un interesante texto que habla del instinto y del sentimiento.


El dragón de los peniques, texto de Lawrence Schimel, e ilustraciones de Miguel Ángel Úbeda, traducido al francés por Ana Mª Navarrete (2017) y coloreado a mano por Manuel Fernández Galán, sobre el tema de compartir, como solución a un problema planteado.


La noche y el bambú, texto de Khee Kah López, ilustraciones de Antón Grifá, trad. al francés de Ana Mª Navarrete y coloreado por M.F.M, 2017, habla sobre los deseos imposibles.


Todos han sido publicados en 2018. La traducción al francés ha sido revisada por Roch-Marie Cognet y Baudouin de la Bigne.
Ha sido un placer realizar este interesante trabajo para la editorial Códices Azules (Colección Cuentos del Picogordo).
Los enlaces de los títulos son de la edición francés-español, excepto Una tarde de tormenta que es inglés-español).
Me ha parecido una entrada muy interesante, ya que muestra un estilo de libro innovador y práctico, muy útil para niños. Sale un poco de lo cotidiano y me parece una forma de enseñar a los niños a leer de forma más práctica y activa, en lugar de limitarnos a lo simple de leerles cuentos y que luego aprendan a leer. También me parece muy buena idea porque está en varios idiomas y da la opción a los niños de cambiar la historia o variarla, creando ellos mismos su propia historia y desarrollando la imaginación.
Me ha resultado muy llamativa esta entrada por la forma en la que están diseñados los libros, por quién los hace y el objetivo que tienen.
Es una propuesta fuera de lo cotidiano y muy interesante. Otro punto a favor es el bilingüismo, que están escritos en varios idiomas.
Esta entrada me ha parecido muy interesante ya que muestra un tipo de libros que desconocía.
Considero que los cuentos del Picogordo pueden ser verdaderamente útiles para iniciar a los niños de Educación Infantil en aspectos tan esenciales para su desarrollo posterior, como por ejemplo: la motricidad y las emociones.
En lo que respecta a la motricidad, estos cuentos presentan un diseño idóneo para trabajarla, pues al tener las hojas sueltas se facilita la manipulación. Además, el formato del libro facilita al mismo tiempo la comprensión lectora y una primera aproximación al inglés, ya que el texto, escrito también en ese idioma, va acompañado de ilustraciones claras.
Por otro lado, en todos ellos se tratan emociones presentes en la infancia de cualquier niño: el miedo paralizante, el instinto y los sentimientos, la importancia de compartir… De esta forma, son un recurso didáctico muy atractivo para trabajar estas emociones y enseñarles que es totalmente natural sentirlas.
Finalmente, me gustaría destacar la importancia de explicarles a los niños, bien sea antes de leer los cuentos, durante la lectura o después de esta, que las ilustraciones de han sido coloreadas a mano por personas con algún tipo de discapacidad intelectual, pues como futura docente considero esencial educar a los niños en la inclusión.