El traductor y la traducción
Traducir es sentir pasión por la palabra, por la lectura y la escritura. Se trata de desarrollar una capacidad infinita de búsqueda no sólo de palabras, sino de sentidos y significados en dos idiomas. Supone encontrar la auténtica voz del autor en la propia lengua.
Un traductor no es un intercambiador de palabras, para lo que le bastaría poseer un diccionario. El traductor es un artífice de la palabra. Recrea la obra literaria. Tiende un puente entre el creador y el lector, un puente entre culturas. El traductor literario es un gran lector que posee un auténtico bagaje cultural que le permite interpretar lo leído.
George Steiner en Después de Babel habla del mecanismo de la interpretación:
“¿Cómo se han servido del lenguaje las diferentes culturas y épocas históricas, cómo convencionalizan o cómo actualizan las múltiples relaciones posibles entre la palabra y el objeto, entre la significación convencional y la ejecución concreta?”. Habla de la “interpretación entendida como lo que da vida al lenguaje más allá del lugar y el momento de su enunciación o transcripción inmediatas”.
Alberto Manguel en Nuevo elogio de la locura, dice que “El lector ideal es un traductor. Es capaz de disecar el texto, quitar la piel, cortar el hueso hasta la médula, seguir cada arteria y cada vena y luego dar vida a un nuevo ser sensible”.
Traducir supone por tanto, descubrir el auténtico valor de las palabras, su profundo significado y la función insustituible que tienen para comunicarse con los otros.
Traducir literatura infantil
Algunas personas creen que traducir literatura infantil es tarea para principiantes; nada más lejos de la realidad.
No existe traductor específico de literatura infantil, sino traductor literario profesional. http://elcocodriloazul.blogspot.com.es/2010/01/traducir-para-ninos.html
El mundo literario infantil y juvenil tiene sus propias dimensiones, por tanto, sus propias claves de interpretación. El traductor de Literatura Infantil recupera para sí temas, espacios, tiempos y palabras que había creído olvidar. A continuación, se las entrega al niño en una recreación propia, para que pueda disfrutar.
Entrar en el mundo de los niños siempre resulta fascinante; se trata de abrir una puerta y entrar de puntillas en el lugar que ellos habitan. Así, entendemos la traducción como acto de comunicación.
El manejo de los diferentes registros de la propia lengua y de la lengua extranjera permitirá encontrar el tono exacto en el que brindar al joven y poco experimentado lector, un mundo que viene de otro lado.
Calidad de las traducciones
Si traducir Literatura Infantil fuera fácil, todos los libros infantiles tendrían una traducción impecable y desgraciadamente no es así En su lectura los niños asimilarán la palabra tal y como se les ofrezca. El texto queda grabado en la mente junto con las ilustraciones, tal y como se ha dado.
Solamente el lector podrá defenderse de un mal texto en torno a los 13 años, cuando haya consolidado en gran parte el uso el lenguaje.
Hace años, un alumno de esta edad me dijo de un libro que estaba leyendo: “Profesora, ¡qué mal suena!”.
Aquel comentario me dejó perpleja, ya que aquel estudiante que no era precisamente el empollón de la clase, había dado con una de las claves de la traducción. El texto tiene que sonar bien, fluir como el agua, en la lengua de llegada.
Un niño es un lector en todo el amplio y profundo sentido de la palabra. Como tal hay que tratarlo y respetarlo.
Me ha resultado una lectura muy agradable ya que en pocas lineas dice cosas realmente importantes. Desde siempre me ha parecido que si una traducción de un libro no estaba bien hecha, esta obra perdía todo el sentido, ya que aquello que el autor había querido expresar o hacer que llegase al lector, no lo había conseguido el traductor.
Por otro lado, me ha llamado la atención lo importante que es traducir bien los libros infantiles, no había pensado que era ahí donde los niños podían coger la afición de leer o, por el contrario, aborrecerlo para toda la vida.
Leyendo esta entrada he descubierto que el proceso de la traducción no es simple, si no que un traductor tiene que ser un verdadero lector, con un amplio vocabulario para buscar esa palabra que tenga el mismo significado y transmita lo mismo que la otra lengua o el otro autor concordando con el contexto y que «suene bien». Esto es más importante y más difícil aún en la literatura infantil, ya que a los niños tenemos que hacerles llegar ese sentimiento que el autor quiere transmitir con las palabras adecuadas.
Después de leer esta entrada sobre los traductores puedo comparar que un traductor es como un actor ya que tiene la capacidad para representar las palabras como si se tratase de una obra. El traductor es un gran lector que le permite descubrir el valor de las palabras, su significado en varios idiomas y una de sus grandes funciones es que tiene el poder para comunicarse con otras personas, sabiendo diferenciar a que persona va a ir dirigido el texto, sabiendo amoldar las palabras a los niños.
MIGUEL POLO CEVA (Grupo 202)
La lectura me ha parecido apropiada para comprender más el concepto de traducir, puesto que lo primero que pensamos es en cambiar unas palabras por otras pensando que el significado de la frase no se verá alterado. Sin embargo, hay que saber enfocar el sentido y significado de las de las frases para hacerlas llegar al lector de la mejor manera posible. Supone descubrir el auténtico valor de las palabras.
Un traductor debe ser una persona culta y capaz de unir la creación del escritor original con el lector.
Respecto a traducir literatura infantil, yo destacaría la dificultad de esta tarea, que seguramente la gente piense que es más sencilla. Sin embargo, la literatura infantil tiene unas dimensiones diferentes que la adulta y hay que saber adaptarse, ya que antes de los trece años es complicado para ellos identificar un mal texto. El niño es un lector al que hay que darle la misma importancia que un adulto, por eso hay que respetarlo.
y cierto es que muchas veces no nos damos cuenta de la importancia que tienen las palabras, sobre todo a la hora de transmitirlas en otra lengua. Hacer llegar y sentir palabras no es una obra de arte fácil, pero sí, es un trabajo que hay que llegar a valorar mucho más hoy en día.
Traducir no es cambiar una palabra por otra, traducir es reescribir, es volver a escribir la novela, obra de teatro, cuento, el poema… El traductor debe de , además de conocer el idioma que está traduciendo, obviamente, su lengua a la perfección. Debe de ser consciente y elegir la palabra que se adapta perfectamente a la que eligió el autor y no otra, dando así la posibilidad al lector de disfrutar, de leer lo que el autor quiso transmitir.
En cuanto a la traducción, estoy muy de acuerdo en que hay que tener pasión para desempeñar esta tarea, puesto que, traducir no es simplemente transcribir de un idioma a otro palabras, también hay que saber interpretar el contexto y hacer que tenga sentido. En literatura infantil, también hay que valorar el trabajo del traductor ya que no es sencillo realizarlo. También hay que interpretar el texto y escribirlo de tal manera en que los niños lo puedan entender.
Desde pequeña, he sentido una gran atracción por la lectura gracias a la afición que mi hermana tiene por leer libros de fantasía. Por ello, en mi carrera como lectora, en algunas ocasiones me he encontrado en la situación de que la traducción del título de determinados libros me ha parecido vacía y desprovista de la profundidad que tenía en la lengua de origen, debido a que se trataba de una traducción literal que en español no tenía demasiado significado.
Sin embargo, tal y como se trata en esta entrada, considero que traducir es una tarea muy compleja que supone de una gran sensibilidad por parte del traductor, ya que debe ser capaz de penetrar en las entrañas de la obra y del significado que quiere dar el autor de la misma.
Por otro lado, la parte que más me ha llamado la atención ha sido remarcar la importancia de un buen traductor de literatura infantil que permita a los niños disfrutar de la obra, sentir cada una de las emociones y pensamientos que trasmite, trasladándose él mismo a su niñez y pudiendo hacer de ellos futuros lectores que sientan el placer de la lectura.
Leer esta entrada me ha hecho reflexionar acerca de lo importante que es un traductor. No consiste simplemente en traducir literalmente las palabras, sino de conseguir recrear el espíritu inicial del autor en otra lengua, seleccionando con delicadeza aquellas palabras que sean más adecuadas. Y la mayor importancia que tiene esto en los niños, pues son como esponjas, y una mala lectura les desanima a seguir explorando en el gran mundo de la lectura y la imaginación.
Gracias a este fragmento sobre el traductor y la traducción he descubierto un significado más amplio y profundo sobre el término de traducir , además de que va mucho más allá de conocer dos o más idiomas.
A través de la lectura del artículo sobre la traducción y el traductor he observado una visión más profunda del término y que está relacionada con que traducir no es solo conocer dos idiomas sino que va más allá de esa idea.
Es algo más complejo que se basa en intentar ver al autor del texto y reconocerle aunque sea en una lengua completamente diferente, y debe ser el enlace y el nexo que nos haga disfrutar y sentir de manera diferente la lectura.
En cuanto al texto “traductor y traducción”, no considero haber aprendido nada, puesto que es algo que ya tenía inculcado de antes, siempre he sido consciente de lo difícil que es una buena traducción, no solo en la lectura, también en el “septimo arte”: el cine.
Considero vital el trabajo que realizan los traductores.
Despues de haber leido el texto me llega el mensaje de que la traducción va mas allá del simple cambio de idioma del texto, si no que es un proceso mas profundo por el cual se transimite la información en otro idioma pero gracias al traductor podemos descubrir la intención del texto.
El texto nos comenta las diferencias en traductor y traducción, se centra principalmente en la traducción infantil. No todo el mundo es capaz de hacer una buena traducción al respecto de un libro para niños, y debido a esto llegan las confusiones de los mismos y que no sean capaces de entender ciertas palabras o frases de los libros de texto. Estas malas traducciones los niños no son capaces de verlo hasta los 13 años. Por lo tanto y en conclusión para que un niño pueda comprender un texto debe tener una buena traducción para la fácil comprensión del lector infantil
Antes de leer esta entrada, tenía en mi cabeza la idea de que traducir es simplemente cambiar el idioma de un texto y escribirlo tal cual. Después de esta lectura he comprendido que el proceso de traducción es mucho más complejo que eso, y solo aquellos que tienen dominio del lenguaje de varios idiomas son capaces de realizar esta técnica correctamente. Los traductores nos abren las puertas para disfrutar de la lectura, ya seamos niños o adultos, y esta tarea no es nada sencilla. Con este texto he descubierto la importancia de la traducción y de quienes se dedican a ella.
Una traducción es una conexión entre las distintas culturas; es una interpretación en la cual el traductor selecciona la palabras delicadamente y las conjuga para crear una melodía que llena el pensamiento y el alma.
Las traducciones más cuidadas son las de la literatura infantil, ya que implica que el traductor exprese las ideas teniendo en cuenta las ilustraciones de los libros, la riqueza del leguaje y el conjunto de ideas. Otro elemento resaltado, es el lector como traductor, ya que el pensamiento, la forma de expresar las ideas y recrear las narraciones en la imaginación son íntimas y por lo tanto únicas.
Trás la lectura, puede observarse que el trabajo del traductor no es tan objetivo como parece, puede jugar con las palabras para crear belleza o su propia interpretación de este. Traducir literatura infantil implica redescubrir sensaciones y emociones que se creian olvidadas, pero nada más allá de la realidad.
Debido a que los niños en una edad temprana no tienen el juicio como para valorar una obra, se ciñen a lo escrito, se debe procurar ser cuidadoso con lo que se traduzca, y las posibles interpretaciones del mismo mensaje.
Esta entrada me ha permitido comprender el poder de la traducción, a veces no tan reconocido como debería pues tiene que expresar aquello que el autor pretende, pero en otra lengua. Es decir, es un puente.
Por otro lado, realizar dicho trabajo correctamente, consigue que el niño se aficione a leer; lo cual indica que tiene una gran responsabilidad.
En numerosas ocasiones, no damos tanta importancia a la literatura infantil cuando el niño es tan digno lector como cualquier adulto.
Las ideas del texto que más me han gustado y por tanto resalto son las siguientes, una traducción no es un intercambio de palabras de una lengua a otra. Una traducción es una conexión entre las distintas culturas; es una interpretación en la cual el traductor selecciona la palabras delicadamente y las conjuga para crear una melodía que llena el pensamiento y el alma.
Las traducciones más cuidadas son las de la literatura infantil, ya que implica que el traductor exprese las ideas teniendo en cuenta las ilustraciones de los libros, la riqueza del leguaje y el conjunto de ideas. Otro elemento resaltado lectura, es el lector como traductor, ya que el pensamiento, la forma de expresar las ideas y recrear las narraciones son íntimas y por lo tanto únicas.
Muchas veces no nos damos cuenta de que los libros que leemos están traducidos. Estos libros nos gustan, disfrutamos de ellos y no somos capaces de reconocer el trabajo que realiza el traductor.
La idea que yo he tenido hasta ahora de lo que era un traductor era aquella persona que traducía de un idioma a otro un libro para poder facilitarnos su lectura.
Gracias a este texto he aprendido lo que realmente es un traductor y puedo destacar que realiza un trabajo muy valioso, puesto que narra los hechos sucedidos en la historia a través de su propia lengua, recreando las escenas literarias y buscando las palabras más adecuadas que permitan ver al lector las características que se quieren transferir.
Un buen traductor no es una máquina, es alguien que es capaz de traducir a nuestro idioma la idea que expresa el autor en su lengua porque las palabras están cargadas de connotaciones que al ser traducidas el traductor es capaz de adaptarlas e incluso modificarlas para que tengan el mismo sentido que pretendía el autor transmitirnos.
Me ha parecido una lectura muy interesante sobre todo al leer que el traductor no es un intercambiador de palabra si que hace un “trabajo” simple, sino que es un artífice de la palabra y recrea la obra literaria, lo que ha leído y dándole valor a las palabras.
Grupo 202, 2º Magisterio Primaria.
Leer esta entrada me ha dado las claves para entender lo que verdaderamente significa traducir un texto, la importancia que tiene, y lo complejo que puede llegar a ser, ya que el arte de traducir no es algo que podamos hacer cualquiera.
Los traductores realizan una gran labor, ya que no deben cometer errores y deben llegar a lograr que el texto esté dotado de un total significado y que fluya como una bonita armonía.
No deben crear confusiones, para que los niños comiencen a amar la práctica de la lectura y quién sabe, quizás este gusto los lleve en un futuro, a ser grandes traductores.
Creo que es de vital importancia valorar el trabajo de los traductores, cosa que no suele hacerse. El más claro ejemplo es el libro que tenemos en casa (puede ser cualquiera), que si lo abrimos podremos tardar un buen rato en encontrar el nombre de la persona que lo tradujo.
En cuanto a la traducción infantil, creo que es muy acertado lo que se dice de que no cualquiera puede traducir una obra infantil, ya que la comprensión lectora y el vocabulario de uno de sus lectores es bastante reducido, pero ello no implica que tengamos que reducir la traducción a frases simples y cortas, si no que se debe ser fiel al original pero teniendo en cuenta las capacidades de los niños.
Me ha parecido una entrada muy interesante, pues habla de un tema muy importante en la cultura y en la educación de los niños.
Las primeras líneas nos hacen reflexionar sobre la traducción de textos, algo nada fácil. Es muy importante el objetivo del traductor, y deberíamos de valorarlo todos. Pues no todas las palabras existen en diferentes idiomas y muchas otras pueden variar el significado dependiendo del contexto.
También un tema muy importante es la traducción en la literatura infantil, del cual habla después. Si dicha traducción no esta correctamente elaborada, hará que muchos niños no muestren interés por la lectura y no la entiendan debidamente. Y esto es un gran problema ya que la lectura y el saber comprender un texto, es muy importante para el desarrollo, sobretodo cultural, de una persona.
Óscar Vela Navarro Grupo 202
Esta entrada me ha parecido muy interesante, ya que nos da la oportunidad de conocer un poco más sobre la traducción y así darnos cuenta de la tremenda complejidad que tiene. Un traductor debe tener pasión por la palabra y su significado para poder transmitirla de una forma fluida para los receptores.
En cuanto a la literatura infantil pienso que para que los alumnos presten toda su atención, el traductor debe saber cómo entrar en sus mentes, con una fluidez y un tono agradables para ellos. También me gustaría recalcar la importancia de los traductores en el desarrollo de los alumnos, por lo que deberíamos empezar a valorar más su trabajo.
Esta lectura ayuda a entender la importancia de hacer una buena traducción de las obras para que los niños sean capaces de entenderlas. Particularmente, ya comprendía tanto la importancia como la dificultad de hacer buenas traducciones ya que no es convertir literalmente una obra de un idioma a otro sino es trasladar y adaptar un texto a una cultura distinta para que tantos niños como adultos puedan disfrutar y aprender de ella.
Una vez leída esta entrada, he sacado las conclusiones de que un traductor tiene más importancia de la que pensaba por dos motivos: el primero de ellos por la necesidad de ampliar las ideas y conocimientos de un libro escrito en una lengua hacia otras, y el segundo, por que su trabajo no consiste solamente en la mera traducción lingüística, si no que va más allá, debiendo encontrar expresiones y palabras adecuadas a las ideas plasmadas en el texto. Respecto a la literatura infantil, los niños al leer un libro reciben las ideas como los adultos, y por ello no se debe menospreciar la labor de sus traducciones.
Tras realizar la lectura he sido consciente de tres ideas: En primer lugar, los traductores están muy infravalorados, tendemos a pensar que su labor es simplemente traducir palabra por palabra de forma literal mediante el uso de diccionarios. Sin embargo, esto esta muy lejos de la realidad, la labor del traductor va mucho más allá, este debe profundizarse en la lectura comprender todos los detalles, la intención del autor, la función de cada palabra, idea, signo de puntuación etc consiguiendo de esta manera, lo siguiente: Ser fiel a la voz del autor a pesar del cambio de legua y que el texto fluya de la misma forma que lo hace en la versión original, una tarea nada fácil. En segundo lugar, hay que estar más concienciados con la dificultad que supone traducir una obra de Literatura infantil y juvenil: El traductor tiene que introducirse en un mundo que había dejado atrás, además debe disponer de un gran dominio no solo de la lengua propia sino también de la extranjera para conseguir como hemos comentado anteriormente ser fiel al autor y a la obras pero adaptándolo a las necesidades de sus lectores, que por su edad tiene una serie de necesidades y están poco experimentados en la lectura. Por último, me ha sorprendido algo en lo que no me había parado a pensar, y es el especial cuidado que hay que tener a la hora de traducir obras literarias infantiles y juveniles, ya que los más pequeños al no tener tanto dominio de la lengua en caso de que haya algún fallo no va a detectarlo e incluso lo asimilarán sin ser conscientes. Los primeros años de vida de los niños son fundamentales para su aprendizaje ya que es la época en la que más absorben los conocimientos y están más predispuestos a aprender. Por tanto, es fundamental que no haya equivocaciones que puedan provocar aprendizajes erróneos.
A través de la lectura de esta entrada he podido comprender la verdadera importancia que tiene la traducción de los textos. Creemos que es tarea fácil y que, simplemente, servirá con cambiar, de forma literal, las palabras de un idioma a otro. Pero la función de los traductores, hecho que no tenemos en cuenta, va mucho más allá. Deben hacernos sentir lo que el autor quiere que sintamos y plasmar lo que el autor quiere expresar.
Esto es por lo que es necesario una buena traducción para que el niño pueda disfrutar y adentrarse en la lectura. No debemos olvidar que los niños son lectores y hay que tratarlos como tal.
Traducir es realizar una complicada labor capaz de realizarse únicamente por un buen traductor. No consiste en cambiar una palabra de idioma sino estudiar y encontrar la palabra más adecuada para un momento específico según lo que quiere transmitir el autor. Es un trabajo que no puede realizar cualquiera.
Por otro lado, se piensa que la traducción de literatura infantil corresponde al trabajo de los traductores principiantes o que es la parte fácil del trabajo, pero la verdad es que para transmitir a un niño lo que queremos es muy difícil buscar las palabras exactas. No podemos conformarnos con cualquier palabra sino aquella que les aporte y que tenga sentido y coherencia, pues un niño también se da cuenta de la malas traducciones y de cuándo el texto está bien planteado o no.
La labor del traductor podemos resumirla, brevemente, como «darle vida al lenguaje», manteniendo la sonoridad de la obra. Siendo éste fruto del entusiasmo hacia la palabra, la lectura y la escritura, y dando como resultado una vía de conocimiento y enriquecimiento coherentes que estaban ocultos tras una barrera cultural.
La lectura de este texto nos ayuda a entender lo importante que es que una obra está bien traducida, porque si no se traduce bien, deja de tener el mismo valor que la obra original y pierde completamente su esencia. El traductor tiene que ser, al igual que el autor de una obra, un apasionado por las palabras y la literatura.
Grupo 202
Nunca me había planteado la importancia de un traductor en la literatura. Si me hubieran preguntado antes de leer este post habría respondido algo así como que un traductor sólo se encarga de cambiar las palabras de un idioma otro, pero no más lejos de la realidad, estaba equivocada.
Tras leer esta reseña, la traducción es algo tan complejo o como el paso de una cultura a otra a través de las palabras, pero no a través de la traducción literaria sino plasmando y acercando la idea del escritor a sus lectores de cualquier parte del mundo.
Asimismo, en educación infantil y primaria la traducción de cuentos, historias, etc. hay que tener especial incapié en que los alumnos muestran gran interés en lo desconocido y todo lo diferente les llamará la atención.
Para concluir, me gustaría terminar con una frase citada en el blog que recalca la idea principal de este escrito, “un traductor no es un intercambiador de palabras, para lo que le bastaría un diccionario”.
Cuando era pequeña mi madre dice que «devoraba» los libros, había libros que cualquier otro niño tardaba en leerlos una semana, y a lo mejor en 3 días yo me lo había acabado. Esta gran afición es uno de los grandes regalos que mi madre me ha podido inculcar desde pequeña. Pues bien, el tema de la traducción siempre me ha parecido un tema realmente interesante, ya que me parece algo realmente complejo introducirte en la mente y en las ideas y expresiones que el autor ha querido expresar. Yo también he leído algunas traducciones las cuales, o no tenían mucho sentido y había que pensar demasiado a la hora de intentar entender lo que se lee (eso es algo realmente malo, ya que la lectura para mi es una forma de relajación) o efectivamente no sonaban bien a la hora de su lectura.
Cuando somos pequeños es cuando más fácil nos tiene que resultar la lectura, ya que si nos resulta complicada o aburrida el niño cogerá cierta tendencia a detestar la lectura. Por ello la literatura infantil ha de ser la mejor a la hora de su traducción ya que sino conseguiremos que muchos niños aborrezcan la lectura o bien por no entenderla o por su gran complejidad.
Se trata de un texto agradable e interesante que nos muestra qué es lo que caracteriza al traductor y lo que es más importante, en qué consiste la labor de la traducción, haciendo especial hincapié en la literatura infantil.
Por un lado, hemos de saber un hecho fundamental : traducir no es cambiar una palabra por la misma en el otro idioma, sino que se trata de encontrar un sentido, de jugar con las palabras. Por eso, la figura del traductor representa el verdadero amor por la literatura, porque es su figura por excelencia.
Por otro lado, es necesario comprender la dificultad que tiene la traducción de textos infantiles. Esto es así porque hace falta acercarse a su mundo, saber como piensan los niños. Así y sólo así podremos aproximar a los niños a otras culturas y conseguir una literatura de calidad.
Para cerrar el texto, se hace referencia a la mala calidad de algunas traducciones en los textos literarios infantiles, y se nos aporta un ejemplo particular dónde podemos ver cómo los propios alumnos son conscientes de estos errores, lo cual provoca en ellos una gran desmotivación por la lectura.
Es muy importante el trabajo que realizan los traductores, ya que no traducen al pie de la letra las palabras de un idioma a otro, si no que deben de descubrir el auténtico valor de las palabras, su profundo significado, etc.
Considero que no se da verdadera importancia al trabajo que realizan los traductores y esto debería cambiar, ya que es una labor que no cualquier persona puede realizar.
En cuanto a la literatura infantil, estoy de acuerdo que su traducción debe de ser igual de rigorosa que la traducción de la literatura adulta, incluso más, ya que los niños asimilan y graban en sus mentes esa lectura tal y como está junto con las imágenes que aparecen en ella.
Por todo esto anterior, estoy de acuerdo que se debería de valorar más el gran trabajo que realizan los traductores y darles el reconocimiento que merecen.
Desde siempre me ha fascinado el mundo de los libros. Me envuelve, y no es por la historia que se narra, sino por cómo se narra, el cómo se consigue expresar de una forma tan acertada los hechos que se suceden. Por esta razón, la lectura es fundamental, pero lo es aun más un buen entendimiento de ella.
Para que exista un buen entendimiento se hace uso de la traducción, cuyo fin no es intercambiar palabras (como se puede leer en el texto), sino transmitir la idea del texto original de la forma más precisa, de manera que se comprenda con totalidad.
Además, concuerdo con el texto en el punto de que es importante una buena traducción, ya que los niños van a grabar en la memoria palabras y expresiones que posteriormente emplearán. Lo considero como el punto de partida para abrazar la cultura.
Por último, quiero hacer hincapié en que, un niño que disfrute la lectura, a medida que vaya creciendo, sentirá fascinación a la hora de abrir un libro. Tal como yo.
Este artículo, sirve muy bien como introducción al texto reflejado en «Traducir literatura infantil». Como bien dijo el alumno, conseguir colocar las piezas del puzzle para que este quede exacto es de gran complejidad. Y es que para su realización ha de ser un proceso paulatino, minucioso y delicado. Además, el encargado ha de tener un extenso vocabulario que le permita así poseer un gran número de herramientas para desenvolverse con astucia en el texto.
Pensamos generalmente que traducir, es sustituir una palabra de otro origen a otra perteneciente a idioma materno del lector o traductor; o bien, entendemos que es insertar un escrito en portales de medios informáticos creados precisamente para traducir, de ese modo poder entender un texto.
Traducir realmente tiene otro significado, es involucrarse al completo en un contenido para dar como resultado el mismo significado que tiene un texto al que se ha traducido, para ello juega un papel primordial un traductor, porque es quien debe comprender a detalle un escrito, para poder transmitir las mismas emociones al pasar de un idioma a otro, esto implica que un traductor debe tener un amplio conocimiento del otro idioma además de bagaje cultural como bien dice el texto.
Se debe tener mucho más cuidado al traducir literatura infantil puesto que en esas tiernas edades son sensibles a lo que se les cuenta, lee, dice,… entonces verdaderamente un traductor debe volver a recordar aquellos pensamientos, sentimientos, actitudes que de niño solía tener. Entonces vemos lo complejo que es la tarea de un traductor para generar una traducción de calidad.
La traducción y el traductor hoy en día, no es una labor por la que te vayan a envidiar, sino todo lo contrario.
Cuantas veces he escuchado escuchar decir a mi queridísima amiga Yusra, que estudia traducción e interpretación y cuantisimas veces se escucha un silencio que dice mucho, o incluso comentarios poco deseables.
Pero he aquí una manera de poder cambiar la perspectiva que la sociedad suele tener a esta profesión tan bonita.
Bonita y laboriosa, todo el mundo que lea esta entrada comprenderá la importancia de dicha profesión y la importancia de un buen texto traducido ya que de lo contrario puede resultar fatal.
Los traductores desgraciadamente están a la sombra del autor, debería de haber una reivindicación de los mismos para que su papel sea de una manera u otra más visible.
¡Vivan los traductores!
Con esta entrada, entendemos la gran importancia y la dificultad que tiene un buen traductor en la literatura, ya que no sólo va a cambiar una palabra por otra que tengan el mismo significado de diferentes culturas, sino que tiene que ser capaz de transmitir en esa traducción el mismo sentimiento que el autor del libro transmite en su obra original a los lectores, por lo que desde mi punto de vista después de leer esta entrada , pienso que los traductores deben estar más gratificados y tener un papel más destacado dentro de la sociedad, ya que en parte disfrutamos cuando leemos una obra literaría de lo que el autor quiere hacernos sentir por qué él previamente ha conseguido plasmarlo en su traducción.
Gracias a esta entrada del blog he aprendido que un traductor no es solo una persona que sabe muy bien dos idiomas, es mucho más, es un artífice de la lectura y capaz de recrear una obra literaria.
Traducir no es únicamente cambiar el idioma de una obra, es conseguir trasladar un texto a otra cultura y que este sea entendido por jóvenes, adultos…
Tras realizar la lectura he sido capaz de observar varias ideas principales. La primera de ellas, es que, según nos indican en la lectura, el trabajo del traductor quizás no es tan objetivo como pueda parecer externamente, es decir, el traductor debe ser capaz de ampliar ideas y conocimientos y no se basa simplemente en la traducción lingüísticas, si no que debe crear su propia interpretación de esta lectura para encontrar o crear expresiones o ideas que se adecúen correctamente a las expuestas en el texto original.
Por otra parte, me gustaría destacar la idea de que en la literatura infantil, la traducción es sumamente importante, tanto como en la literatura para adultos, ya que, al igual que estos últimos, los niños captan las ideas de forma muy similar, por lo que la traducción de la literatura infantil no debe menospreciarse en ningún momento, es más, debe ser muy valorada ya que los traductores deben ser muy cuidadosos con las traducciones por como los niños puedan interpretar el mensaje.
Este texto nos quiere hacer ver que la labor de traducir un libro no es tan simple como parece; no se trata de traducir las palabras de un idioma a otro, si no dar sentido a la obra y que siga manteniendo su esencia para una correcta comprensión en todos los idiomas. Tenemos que tener en cuenta que los lectores de estas obras son niños y por dicho motivo debemos conseguir transmitirles una correcta idea para que se enteren adecuadamente ya que por lo contrario no comprenderán la obra y poco a poco se desmotivaran por su lectura.
Tras leer este texto he llegado a la conclusión de que la traducción es un proceso complejo ya que no es solo transcribir palabras e un idioma a otro, el traductor debe profundizar y comprender todos los detalles de la lectura y así adaptar un texto de una cultura a otro distinta para que niños y adultos comprendan y disfruten de esta.
Me ha parecido un texto muy agradable de leer con unas ideas clave muy importantes que todo el mundo debería conocer. Gracias a este articulo me he dado cuenta de que la figura de un traductor de libros no es simplemente una persona que conoce la lengua original de la lectura, sino que es una persona que sirve como unión entre el lector y el autor por tanto debe conocer muy bien las ideas que el autor quiere trasmitir con el texto para posteriormente poder plasmarlas en otra lengua y con las palabras adecuadas para la edad a la que esta dirigida dicha lectura, por que no es lo mismo trraducir un cuento para un niño de 5 años que una lectura juvenil o una sobre un tema concreto dirigido a un publico concreto.
Me ha parecido una lectura muy útil puesto que sintetiza una idea fundamental, la importancia de una buena traducción. No se trata simplemente de traducir las palabras sino de capatar el mensaje que quiere transmitir el autor y ser capaz de llevarlo a otras lenguas. Además, como bien dice en el texto, en la literatura infantil, esa buena traducción debe de ser destacada puesto que los niños a esa temprana edad pueden darse cuenta de que carece de fluidez y por tanto pueden rechazar la lectura.
Me ha resultado muy interesante el contenido del artículo, ya que es la primera vez que trato este tema.
Cuando lees un libro normalmente te fijas en el autor o en la editorial, si no sabes que hay un traductor detrás no te paras a leer quien es, esto es lo que me ha pasado a mi hasta el momento con todos los libros traducidos que me he leído.
Un traductor no se encarga de traducir palabra por palabra sino de lo que hace es dar el mismo sentido a la historia, pero en tu lengua, por lo que tiene un valor similar al del propio autor, sin quitar merito al escritor.
Recuerdo haber leído el año pasado un cuento infantil en versión digital traducido de alguna lengua que no recuerdo, en el que algunas frases no terminaban de cobrar sentido y encontraba palabras perdidas que sobraban al estar en castellano, esto hace que el cuento pierda su encanto y lo descartes a la hora de contarlo en alguna clase.
Para finalizar me ha gustado leer este articulo para conocer la importancia de los traductores y el gran trabajo que desempeñan.
Estoy totalmente de acuerdo con la publicación.
Creo que la traducción de literatura infantil debería ser una categoría específica. Se puede ser un magnífico traductor con todas las características que se comentan, pero no todos los adultos saben volver a su mente infantil para ser capaces de trasladar en la traducción, el mundo que requiere la literatura infantil.
El traductor y la traducción.
Un traductor no debe limitarse a cambiar una palabra por otra sino que el texto que está traduciendo, debe fluir “sonar bien” cambiar la palabra sin cambiar lo que el autor quiere realmente contar en su propia lengua.
Los traductores de literatura infantil, además de tener un amplio conocimiento de la lengua propia y de la que traducen, deben ser grandes comunicadores, ya que el lector infantil antes de los trece años no es capaz de distinguir un mal texto ni de juzgar una buena obra, y por eso deben ser grandes profesionales, personas muy preparadas, y tener un gran bagaje cultural para traducir e interpretar lo que el autor de la obra quiere decir.
La traducción infantil comunica con palabras, espacios y tiempos que el traductor creía olvidados (como si volviera a su propia niñez), pero que los niños usan en su mundo y debe ser un buen profesional para que al manejar estos diferentes registros pueda llegar al joven lector y entrar en su mundo.
Los traductores son personas muy preparadas que realizan una gran labor al llegar a un público joven y abrirles los ojos a narraciones escritas en otros idiomas y hacerles disfrutar de ellas.
Quiero resaltar la última frase del texto: “Un niño es un lector en todo el amplio y profundo sentido de la palabra. Como tal hay que tratarlo y respetarlo”: respetar al lector, a todos, y no menospreciarlo por ser un público infantil y caer en la tentación de que “no se enteran de nada”.
Excelente artículo y reflexión sobre el tema. Llegué a él por casualidad buscando traductores para libros de niños. Aprendo aquí que se llama: traductor literario profesional. Gracias Ana María. Me gustaría saber si tú eres traductora. Tengo un tiempo buscando un traductor para mis libros: de español a inglés. El primero tiene el International Latino Bood Award 2017 en USA, «Arturo el pequeño fantasma». Agradezco mucho lo que me puedas aportar en el tema