La atracción por lo desconocido
La Literatura Infantil tiene tres características importantes: sencillez, concisión y claridad. Sin embargo, no hay que confundir sencillez con simplismo, concisión con pobreza y claridad con evidencia. Al traducir libros infantiles es vital mantener la riqueza de vocabulario. No puede ni debe rebajarse nunca buscando la palabra que resulte familiar al lector, sino aquella que tenga la equivalencia real respecto al texto original. http://elcocodriloazul.blogspot.com.es/2010/01/traducir-para-ninos.html
En la mayoría de las ocasiones se traduce un texto, pero a veces se adapta pensando que quizás no se comprendan los elementos que pertenecen a otra cultura. Sobre esta cuestión hay siempre un debate abierto, aunque personalmente estoy convencida de que es enriquecedor enfrentar a los niños desde edades tempranas a otras culturas. No tiene ningún sentido cambiar la hora del té por la merienda, ni la cena a las siete por la cena a las diez.
En los años 60 se hicieron famosas las galletas de jengibre de los libros de Enid Blyton. Nadie sabía lo que era el jengibre, pero aquellas galletas se olían y se saboreaban junto a los protagonistas. Ni siquiera hacía falta buscar la palabra en el diccionario.
Algo tan simple, hace que el lector se sumerja en el mundo mágico de la lectura. Con el tiempo descubrirá y relacionará y mientras, imaginará.
Lo desconocido forma parte del deseo de leer. Si conociéramos todos los rincones del alma humana y del mundo que nos rodea, quizás ya no quisiéramos leer.
Mantener la magia de lo desconocido es uno de los elementos que más puede ayudar en el fomento de la lectura.
Los nombres de personajes, los topónimos, las monedas, los pájaros, las comidas y horarios diferentes, lo aparentemente incomprensible, despertará en el niño la curiosidad, el deseo de encontrar algo nuevo en cada libro. Abrirá una gran ventana al mundo, por la que podrá asomarse y observar sin miedo el amplio paisaje de la diversidad.
Importancia de las traducciones
Hoy más que nunca son importantes las traducciones para los más pequeños, porque nunca como hoy la humanidad se ha visto envuelta en el fenómeno de la globalización, que para bien y para mal, revela la existencia de “otros”.
El globo terráqueo parece haberse quedado pequeño, pero la distancia entre los pueblos y las barreras que los dividen, son manifiestamente considerables.
Las traducciones sirven para que el niño pueda saltar la barrera del idioma y conozca lo que otros dicen. Descubrirá así que hay miradas diferentes y nuevas opciones y formas de pensar.
Sería injusto e irresponsable no darle diferentes visiones del mundo, diferentes sensibilidades y distintas realidades para ver, oír, sentir y palpar.
A pesar de la posibilidad que tienen de ver continuamente las imágenes que los medios de comunicación ofrecen, necesitan la palabra para aprender a pensar. Las traducciones les ayudarán a tomar conciencia de sí mismos y les revelarán otras señas de identidad.
Leer al otro en mi propia lengua, aunque ya sabemos que como en el cine, lo mejor es la versión original, ayuda a comprenderlo y a comprenderme y lo que es más importante aún: abre fronteras.
Descubrir a los jóvenes lectores que una obra ha sido traducida a muchos idiomas, es desvelar para ellos la magia de la literatura, es ayudarles a constatar que la palabra es capaz de traspasar las fronteras de la realidad.
El esfuerzo editorial
Es incuestionable que anualmente se hace un gran esfuerzo por parte de las editoriales por presentar a los niños y jóvenes lo mejor de la literatura universal. Este esfuerzo se realiza en todas las Comunidades Autónomas, revitalizando el aprendizaje y la profundización de la lengua materna.
Del idioma que más se traduce en literatura infantil, igual que en la de adultos, es del inglés (44,3%) tanto del Reino Unido como de Estados Unidos. El número de traducciones de este idioma va seguido del castellano (15,5%) y del francés (14,6%), sobre todo de Francia y Bélgica. En menor medida se traduce del inglés de Canadá y Australia y del francés de Canadá y de otros países francófonos. Es constatable la escasez de traducciones de Asia, África y Oceanía, aunque en el último año las traducciones del japonés se han colocado en séptimo lugar en cuanto a número de traducciones se refiere.
Hay cuestiones curiosas como que a veces se traducen obras francesas del inglés o del alemán y que a las diferentes lenguas del Estado se traducen obras extranjeras del castellano, o también del gallego al euskera, al castellano y al catalán.
Este fenómeno de traducir de una lengua distinta de la original vulnera claramente uno de los principios fundamentales de la traducción: traducir de la lengua original. Este principio establecido para la literatura de adultos es igualmente válido para la traducción de libros infantiles.
Traducir de un idioma que no es el del autor, supone dos reconversiones e interpretaciones de un texto y al lector no le puede llegar la obra con la misma fiabilidad con la que pasa directamente de la lengua de partida a la de llegada.
Otro punto importante es que la lengua de llegada del traductor conviene que sea su lengua materna, para poder utilizar todos sus recursos y matices de un idioma.
Algunas reivindicaciones
Traducir es escribir, de ahí las reivindicaciones de los traductores españoles respecto a la propiedad intelectual, a los derechos de autor y a la equiparación de tarifas con sus homólogos europeos.
En el Boletín informativo nº 55 (Agosto 2006) de Cedro, Mario Merlino, Premio Nacional de Traducción 2004, escribió un artículo que prácticamente cierra con estas palabras:
“ Por ello, cada vez que, traicionando subrepticia o abiertamente la Ley de Propiedad Intelectual, no se paga una traducción con justicia o no se liquidan los derechos correspondientes a la obra traducida, se comete, sin ambages, una estafa: artero beneficio a costa del uso preciso y precioso de las palabras”.
No cabe mayor claridad para explicar algo que atañe a todos los profesionales de la traducción, pero que tiene una difícil y lenta solución.
Dejando a un lado el sin duda importante tema económico, habría que plantearse otras cuestiones como el protagonismo del traductor en los eventos literarios.
Resulta chocante que se organicen congresos sobre autores extranjeros en universidades e instituciones españolas sin convocar a su traductor o traductores. Nadie mejor que ellos conoce la obra sobre la que ha trabajado.
Traducir supone profundizar hasta la saciedad en todos y cada uno de los aspectos del lenguaje, desde el significado general de la obra hasta el de cada una de las palabras y signos de puntuación que la componen. Se debería colocar en lugar privilegiado a quien ha hecho posible difundir la obra y la figura de un escritor.
Lo mismo ocurre cuando se lleva a cabo un encuentro con el autor, en el que habitualmente la editorial olvida invitar al traductor. Hay honrosas excepciones al respecto, pero son eso, excepciones. Algo mucho más grave es que en literatura infantil aún hay editoriales que omiten el nombre del traductor en los créditos, haciendo caso omiso de la normativa legal vigente.
¿Qué pasaría si para reivindicar estos y otros aspectos hubiera una rebelión de traductores? Si durante una semana no trabajaran intérpretes ni traductores ¿viviríamos el caos de la Torre de Babel?
Quizás fuera un desastre, o quizás sólo se observarían situaciones cómicas, pero en cualquier caso quedaría de manifiesto el valor de los que podíamos calificar como fantasmas de la palabra.
El futuro
Para un futuro próximo y lejano, lo mejor es seguir en la línea de fomento de la lectura emprendida en los últimos años, para desarrollar el espíritu crítico de los jóvenes.
Si crecen en sensibilidad en cuanto al uso del lenguaje, serán cada vez más exigentes también respecto a las traducciones. Se trata en definitiva de descubrir el misterio que encierran las palabras y despertar la afición por usarlas con precisión.
No se debe dar por supuesto que el uso espontáneo de la lengua materna es suficiente para establecer la comunicación. Es importante reflexionar sobre la utilización que hacemos de ella y no rebajar sus niveles de uso, sino elevarlos cada día más.
Los adultos, padres, profesores, bibliotecarios, editores y otros profesionales dedicados al fomento de la lectura, tenemos la gran responsabilidad de filtrar las lecturas que damos a los niños y a los jóvenes y por ese filtro, debe pasar el de la traducción.
Una buena traducción es tan importante como un buen libro escrito directamente en la lengua materna del niño que lo lee. No caben dobles interpretaciones ni traducciones rápidas que trastoquen el original o que dejen ver continuamente la sintaxis y la puntuación de la lengua de partida.
Una buena medida para revalorizar la figura del traductor, sería colocar su nombre junto al del ilustrador, en la portada. El ilustrador recrea la obra por medio de imágenes que la complementan o la interpretan. Previamente, el traductor la ha recreado en su totalidad. Sin él, como ya se ha dicho a lo largo de este artículo, la obra sería desconocida para la mayoría de los lectores.
Sería además una forma de ayudar a descubrir la importancia de aprender idiomas para ejercer profesiones interesantes como ésta, desconocida para la mayoría de los jóvenes.
Otra posibilidad es realizar actividades de fomento de la lectura relacionadas con la traducción, que a su vez desarrollarían el aprendizaje de idiomas y despertarían la curiosidad por conocer otras culturas.
El libro infantil sigue estando de enhorabuena por la calidad de las producciones, así que también lo están los traductores que se mueven fundamentalmente en este campo.
Sería estupendo que entre todos los que formamos parte de este mundo literario infantil, consiguiéramos que los jóvenes pudieran hacer suyas las siguientes frases de Montesquieu:
“Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas deliciosas”
“Nunca tuve una tristeza que una hora de lectura no haya conseguido disipar.”
La entrada relacionada con lo que es y suponen las traducciones a día de hoy me ha pareció muy interesante. Creo efectivamente que las tradiciones con imprescindibles ya que te ayudan a comprender y a conocer culturas muy diferentes, pero a su vez creo que debemos de estar preparados para leer y analizar textos en la lengua materna en la que se escriban. Actualmente tenemos muchas formas de conocer las demás culturas y la lectura cada vez se queda más obsoleta pero como se comenta en la entrada a través de la palabra que es el lenguaje simbólico que usamos para comunicarnos es por el medio por el cual más conoces y más profundo es ese conocimiento.
Ha sido una lectura interesante, ya que nunca había pensado en la gran importancia que tiene las traducciones en los más pequeños, está claro que leer un libro en la lengua original te envuelve más en la historia, ya que son las ideas originales del autor las que estás leyendo, no unas parecidas.
Pero hay que tener en cuenta que las traducciones son muy importantes, pero también lo es, incluso podría decir que aún más los traductores porque deben conocer bien la idea que el autor quiere expresar y entender bien el libro con el que están tratando.
Para terminar, en mi opinión tienen mucha importancia y no se le da toda la que merecen, claro está, a aquellos que realmente realizan bien su trabajo.
Guadalupe Ureña
La literatura infantil siempre se ha adaptado a la creencia de que los niños no son capaces de comprender aquello que no forma parte de su cultura, como bien se expresa en esta entrada. Sin embargo, por mi propia experiencia tanto de adulta como en mi niñez, uno de los mejores beneficios que puede aportar la lectura es conocer aquellas cosas que son distintas a lo que nosotros vivimos, abriéndonos los libros una puerta hacia un mundo diferente del que podemos aprender, estando de acuerdo con lo comentado. Por ello, me apasiona la idea de que las traducciones nos permitan llegar a culturas y sociedades diferentes, siendo un derecho que no debemos quitarles a los niños que son los que deben crecer y aprender, pudiendo abrir sus mentes.
Si bien es verdad, nunca me había planteado la idea de que la mayoría de obras que se traducen son del inglés, dejando de lado otras culturas como la asiática.
Asimismo, me ha sorprendido conocer aspectos que suponen infravalorar el trabajo de los traductores llegando al extremo de no incluirles en literatura infantil en los créditos. No puedo llegar a comprender qué motivos hay detrás de realizar este desprecio hacia las personas que nos acercan a la cultura y al significado de las obras, ya que no solamente el autor es importante, sino que el traductor es una pieza fundamental que permite que llegue la creación a distintas partes.
En conclusión, todo ello me hace llegar al planteamiento de que como futuros maestros, debemos tener muy en cuenta la importancia de fomentar en nuestros alumnos el gusto y pasión por la lectura y la palabra, teniendo en cuenta las obras que recomendamos y sus traducciones. De esta manera, permitiremos que se conviertan en ciudadanos comprometidos y críticos.
Cuando se realizan traducciones infantiles es necesario mantener la riqueza del lenguaje. Al igual que las traducciones para adultos, una de las características de la traducción es poder acercar otras culturas a los niños. El texto resalta la importancia de no modificar ciertos elementos por el hecho de pensar que esos no serán comprendidos por una cultura distinta, ya que tal vez dichos elementos que son modificados previamente, son necesarios para acercarlos más a esa cultura.
Hoy en día con la globalización, es importante que los niños lean a diversos autores ya sean nacionales o internacionales, la lectura les ayuda a dar nuevos puntos de vista, los cuales nunca habían sido considerados.
Por último, es resaltado el papel del traductor debido a que hace de nexo entre una cultura y otra, por lo tanto, una obra sin traducir es una pérdida completa, de un contenido que alimenta las mentes de los más pequeños.
Me ha parecido un articulo muy interesante. Es importante despertar en el lector, y más especialmente en los nuevos lectores, los niños, el deseo de descubrir lo desconocido, que en la literatura se puede lograr creando una traducción fiel al mensaje original, sin modificar datos con la intención de acercar el texto a la realidad del lector.
Nos hemos centrado mucho en traducir textos procedentes de la cultura europea, pero hemos dejado en el olvido otras culturas con una gran riqueza y sabiduria en sus textos. Cabe destacar el papel de l@s traductores/as de los libros, figura que cae en el olvido, y que es vital para acercar estas lecturas al público.
Creo que no solo se debe promocionar en la juventud la lectura, sino también la traducción de textos acordes a su nivel de conocimiento de la lengua extranjera, fomentando así un mayor dominio de esta lengua, y captando el verdadero mensaje que nos transmite el texto.
Esta lectura me ha parecido muy interesante a la vez que necesaria ya que la profesión de traducción no está tan valorada ni reconocida como debería, y muchos jóvenes incluso desconocen su importancia. No son conscientes de que sin ayuda de dichas personas que dedican su tiempo a expresar en otro idioma lo mismo que pretende el autor, probablemente esa historia no tendría sentido. Es esencial despertar en el lector, y más aún si son niños, el deseo de experimentar y conocer nuevos mundos a través de la palabra sin que el idioma se lo impida. En numerosas ocasiones tendemos a facilitar a los niños el vocabulario por temor a que no lo entienda, cuando, tienen el derecho a imaginar y averiguar por sí solos aquello que desconozcan. Por otro lado, no me había percatado de la importancia de traducir directamente del original en lugar de partir de otra lengua traducida anteriormente, puesto que se aleja de la historia ya que hay dos interpretaciones.
Me quedo con la idea de que es tan importante un buen libro como una buena traducción.
Tras la lectura de la traducción de la literatura infantil, he querido destacar los aspectos que más me han llamado la atención y me han parecido más importantes. Una de ellas es la importancia de que al traducir un libro infantil es fundamental que se mantenga el mismo vocabulario para no perder la riqueza de esas palabras, y que los niños se interesen por lo desconocido para fomentar su lectura y de este modo también llegar a conocer lo que otros dicen en distintos idiomas.
Me parece que el artículo retrata muy bien la figura del traductor y le intenta dar la importancia que merece. Creo muy importante el traducir los textos de manera fiel, sin cambiar datos o conceptos pensando que será más sencillo de entender para el niño, ya que, con una traducción fiel, no solo conseguiremos que el niño o niña sea capaz de comprender conceptos, ideas o costumbres de culturas distintas, si no que nos ahorraremos que, en un futuro, si ese niño decide leer la obra original, o comentarla con sus amigos, no tenga problemas para relacionar las ideas que él o ella leyó en su momento con las que le está exponiendo su compañero o el texto original.
Creo que se debería poner el foco un poco más sobre la literatura infantil africana y asiática, pues tienen historias fascinantes que no se conocen tanto como, por ejemplo, los cuentos del los hermanos Grimm debido a que la cantidad de traducciones es considerablemente menor.
Esta entrada sobre la traducción me ha hecho reflexionar sobre la importancia de la misma. Ya no reflexionar, sino realmente preguntarme qué es la traducción, la importancia y la repercusión que tiene.
Creemos que la traducción simplemente consiste en tener la habilidad de dominar dos idiomas y a raíz de ahí, ir cambiando textos sin ton ni son, pero no, la necesidad de conocer el ambiente que rodea una lengua, saber y haberse empapado de su cultura de sus maneras de expresión de sus formas de vivir, hacen que la traducción no se resuma únicamente en escribir en el buscador de internet «Traductor de Google» copiar y pegar. ¿Cuántas veces hemos hecho eso y el resultado han sido una cantidad de palabras que si, nos hacía una idea de lo que había escrito pero no englobaban con corrección lo que quería decir el texto? Ahí es cuando de verdad nos damos cuenta de la importancia que tiene el trabajo de una buena traducción, un trabajo que está reservado a esas personas cualificadas y formadas en este arte, no a un sistema operativo diseñado para salir al paso de pequeñas consultas dialécticas.
Esta entrada, permite darnos cuenta del valor que tiene hacer una buena traducción, dado que la importancia de generar una obra traducida, no radica en el simple hecho de escoger palabras de dos idiomas con el mismo significado, sino en la capacidad que tiene el traductor de no perder la magia de la obra pese a trasladar el relato de una cultura a otra. Los traductores deben ser personas muy cualificadas y con la capacidad de conocer ambas culturas que van a participar en la traducción para no perder la esencia del relato.
La importancia de la literatura infantil es uno de los puntos claves en la educación. Entender la lectura y disfrutar de ella, supone aprender muchas cosas. Una de ellas es la cultura. Empaparnos de información que nos ofrece el texto nos abre los ojos a nuevos horizontes. Para ello, es muy importante el uso de la palabra, y los cambios de idiomas que se presentan en ella.
Leemos muchas veces sin darnos cuenta de donde han venido esas palabras y porqué están ahí.
En esta entrada he aprendido que gracias a la los traductores y el gran trabajo que hacen, podemos conocer más allá de donde estamos con la lectura.
Cuando crecemos perdemos la ilusión y dejamos de creer en la magia. Por ello, creo importante que los traductores en los libros infantiles no deben facilitar la lectura modificando las palabras, sino que deben dejar las complejidades del texto e incitarles a investigar y descubrir lo desconocido, para que se enriquezcan y quieran aventurarse a vivir una nueva historia con cada libro.
Esta entrada también te permite descubrir la importancia que tienen los traductores, pues son los encargados de hacernos llegar la historia original del autor sin que pierda su esencia. Es decir, son los encargados de transmitir los valores de las diferentes culturas, dejándonos ver la gran diversidad que hay en nuestro mundo.
Tras realizar la lectura del artículo, quiero destacar tres ideas que me parecen importantes: En primer lugar, es fundamental el papel que juega la lectura en la vida de los jóvenes. Puesto que contribuye al desarrollo de su espíritu crítico, que les permitirá tener en el futuro un criterio propio que utilizar a la hora de tomar decisiones. Así mismo, está también contribuye a que los niños/as tengan un contacto más directo con las palabras, facilitando que aprendan a utilizarlas con una mayor precisión y que los niveles de uso del lenguaje vayan elevándose poco a poco. En segundo lugar, llama la atención la función tan positiva que cumplen las traducciones de las obras literarias ya que es algo que tenemos muy normalizado en nuestro día a día y no somos conscientes de la oportunidad de abrir nuestra mente y conocer el mundo que nos proporciona. Es un recurso perfecto para aprender a entender el mundo en su totalidad, no quedarnos en aquello que nos es cercano o que se encuentra en nuestra zona de confort y además nos hace darnos cuenta de que al final todos somos iguales y que las palabras son capaces de transportarnos a cualquier lugar, persona etc por muy lejos que se encuentre. Por último, quiero hacer referencia al papel tan importante como infravalorado que tienen los traductores, de quienes todos sin excepción nos olvidamos, desde las editoriales hasta nosotros los lectores. Su papel nos beneficia a todos: Los lectores tienen acceso a libros que probablemente desconocerían, los autores y sus obras tienen un mayor alcance puesto que pueden llegar a públicos de nacionalidades muy diversas y además garantizan que se ha profundizado con detalle en todos los aspectos del lenguaje que presenta la obra (su significado general, las palabras, los signos de puntuación…)
En definitiva, este texto me ha parecido muy útil para que en un futuro cuando seamos docentes tengamos muy presente en el desarrollo de nuestra labor pedagógica la importancia que tiene la lectura y de que los alumnos la disfruten y no la vean como una obligación, puesto que el resultado será mucho más efectivo.
En la Literatura Infantil es vital el mantenimiento de los significados de aquellas palabras que el escritor quiso transmitir, y por ello, al realizarse las traducciones es necesario evitar cambiar unas palabras por otras, adaptándolas a nuestra cultura. Es importante introducir a los niños en las diferentes culturas existentes, pues a pesar de que no comprendan ciertos términos, ello despertará su curiosidad.
Además, tal y como avanzamos hoy día, es cuando las traducciones son más importantes. Ello permite a los más pequeños descubrir otras formas de hablar, pensar y de vivir, y no solamente gracias a los medios, sino a la literatura, permitiéndoles ver de lo que ésta es capaz.
Con todo ello, es importante destacar no sólo el papel del escritor, quien obviamente es el protagonista de la situación, sino también el papel del traductor, pues gracias a él dicha obra ha podido ser difundida y conocida.
Con las traducciones, además de lo mencionado anteriormente, no sólo introducimos a los más jóvenes en el conocimiento de nuevas culturas, sino les haremos ver la importancia del uso correcto de las palabras y del aprendizaje de idiomas.
La gente no es del todo consciente de la dificultad de traducir un texto, ya que, como bien se dice en el blog, hay que tener una gran cultura del país para poder afirmar que se sabe hablar un idioma y por tanto, poder no sólo traducir, si no, más importante, interpretar un texto.
Algo que me ha gustado mucho de las entradas, es cuando dice que hay que encontrar la auténtica voz del autor en su propia lengua, y así crear un claro puente entre el autor original y el lector del otro idioma, que a mi parecer, se explica perfectamente lo que es traducir.
Por otro lado, me ha parecido muy curiosa la anécdota de el niño, que sin saber por qué , se daba cuenta de que algo en el texto no era como debía; la gente se piensa que los niños cuando leen un texto no lo entienden, pero no se dan cuenta de que no es necesario entender cada palabra del texto para leerlo, hay que interpretarlo, y esto es lo que los niños hacen, “captar la esencia” de un libro.
Habitualmente leemos obras literarias sin preguntarnos su origen y su traducción. Sin embargo, tras la lectura de estas entradas me he dado cuenta de que debemos empezar a valorar más a los traductores, pues hacen un trabajo riguroso y delicado para que el libro original no pierda su esencia y lo percibamos tal y como su autor nos lo quiere transmitir. Es una labor difícil que requiere una cualificación, pero que hay que dar a conocer a los jóvenes para que puedan interesarse por ella.
Con las traducciones no solo leemos, sino que además conocemos. Conocemos culturas distintas con sus costumbres, horarios, tradiciones… Y es esto lo que nos hace interesarnos por la lectura, pues como bien se escribe en el blog si lo conociéramos todo, nada nos incitaría a leer.
Como futuros docentes es necesario que reconozcamos la importancia que tienen las traducciones para los más pequeños. Gracias a estas traducciones, los niños y las niñas pueden comenzar a leer el libro que quieran y darse cuenta de la gran diversidad de lecturas que existen.
Al mismo tiempo, estas traducciones transmiten a los niños ideas que no conocían y que les ayuda, poco a poco, a conocer más los objetos, las constumbres y los lugares que le rodean.
Igualmente, les permiten conocer características que proceden de otros países o que poseen unos personajes determinados en la obra, otorgándoles una ampliación del vocabulario muy enriquecedor.
Se debe reonocer también el labor que realiza el traductor, porque no es sencillo, debe adaptar y modificar las palabras para que los niños y las niñas las compendan y acojan las ideas que el autor transmitía en la obra original.
Es fundamental seguir contando con estas traducciones porque traen consigo un enriquecimiento para todas las personas, así como su disfrute y aprovechamiento.
Pienso que a la hora de traducir, es importante que se mantenga el mismo significado de las palabras para comprenderlas con totalidad, pues el objetivo es describir el texto original de la forma más real y fiel posible.
Además, lo desconocido suele atraer, porque despierta interés y curiosidad en el niño, ya que los niños son curiosos por naturaleza, buscan entender y conocer cosas nuevas.
Por otro lado, cabe destacar que la traducción resulta muy importante porque pienso que esta favorece distintas formas de pensar y ayuda a percibir una distinta visión del mundo. A su vez, las palabras traducidas de otras lenguas permite conocer un amplio abanico de idiomas y culturas.
También hay que añadir que traducir de un idioma que no es el del autor, supone que al lector no le puede llegar la obra con la misma fiabilidad. Esto ocurre porque la lengua a la que se traduce puede emplear expresiones y palabras que no acierten con el verdadero significado e impresión de las originales.
Honestamente, concuerdo con el hecho de que hay que otorgar el mismo protagonismo que poseen los autores originales a sus traductores correspondientes, porque supone una gran cantidad de trabajo para los traductores y, además, conocen la obra literaria en profundidad.
Por último, hay que fomentar la lectura a los niños para despertar la afición por ella. Desde mi punto de vista es muy importante para que disfruten leyendo, pero sobre todo para que hagan uso de un vocabulario más amplio y adecuado a la hora de hablar y escribir. Gracias a la lectura, se puede erradicar un mal uso de las palabras y expresiones.
Se pone en manifiesto la responsabilidad que recae sobre el traductor de literatura infantil al ser la lectura una fuente de aprendizaje del lenguaje primordial para los niños. Un libro infantil ha de tener una característica fundamental: que sea leíble para un niño. Por ello, es necesario adentrarse en el mundo en el que habitan, y abrirles, mediante una traducción coherente, la puerta hacia otros mundos que les fascinen.
Como bien dice el texto, traducir es escribir, y es importante porque revelan la existencia de “otros”, abriendo fronteras al lector. La traducción tiene un objetivo muy importante y es el de ampliar las miras del niño, haciendo que conozca otros entornos, otras culturas, formándose de valores, desarrollando, finalmente, el espíritu crítico de éstos, conociendo el misterio que encierran las palabras.
En esta entrada, me he dado cuenta de lo importante que es la literatura en la infancia. Gracias a estas primeras lecturas, los niños aprenden los pilares necesarios de la literatura. Además, en los libros se puede aprender de otras culturas, otras formas de ver las cosas, otros puntos de vista…
También, hay que tener en cuenta la gran labor de los traductores, ya que con sus interpretaciones podemos ver mas allá de donde leemos. Es una labor difícil, ya que adaptar textos en algo mas sencillo para que lo entiendan los niños no es fácil. Por ello, yo creo que es una labor imprescindible para entender mejor la literatura.
Esta entrada me ha parecido muy interesante ya que nosotros como docentes tenemos una gran misión, y es que los niños/as tienen que aprender bien el lenguaje y tener sensibilidad con él ,para que en un futuro sean más críticos con las traducciones. Otro punto importante es que debemos despertar en los niños/as la curiosidad de leer y que con las traducciones que se hagan sobre ese libro, el niño/a se entere de lo que está leyendo y queriendo transmitir el autor.
Por otra parte, debemos aplaudir el esfuerzo que se hace por mejorar las traducciones y su interpretación, de la lengua original a la nuestra, ya que el trabajo del traductor está infravalorado y es un trabajo difícil, ya que, supone encontrar un vocabulario adaptado y como he mencionado antes buscar la misma palabra y significado que el autor de la lengua original quiere transmitirnos. En un futuro estoy de acuerdo con la entrada, deberían aparecer los traductores en las portadas de los libros.
Si el hecho de traducir ya es un trabajo complejo, el hacerlo para los niños es más que eso, es trasladarse a su mundo.
El momento en el que el traductor empieza a cambiar de un idioma a otro una historia, cuento, etc., no sólo tiene que trasmitir las ideas como el escritor desea hacia los lectores, sino que en este nivel tienes que ir más allá, tendrá que recuperar espacios, palabras y lenguaje propio de estas edades, es decir, se tendrá que trasladar a su mundo.
En conclusión, si el proceso de traducción ya es difícil, la traducción para educación infantil supone una mayor responsabilidad, puesto que todo lo que lea el niño se le quedará grabado en la memoria.
La traducción de la literatura infantil es muy importante, tanto como la adulta. Gracias a esas traducciones, los más pequeños descubren un mundo antes desconocido, serán conocedores de otras culturas, costumbres, etc.
Los traductores tienen una gran responsabilidad y deben realizar un gran esfuerzo en aquellas obras que traducen, para que la traducción sea lo más semejante posible a la original y así no perder la riqueza que esta tiene.
Por último, a mi parecer deben de dar la importancia que se merece a las editoriales que se encargan de las traducciones.
En este interesante artículo se ensalza la figura del traductor y la importancia que tiene el trabajo de éste dentro de la literatura infantil.
En primer lugar, es fundamental no caer en el fallo de la facilidad a la hora de traducir textos literarios infantiles, ya que todo aquéllo que queramos simplificar o minimizar será una riqueza cultural a la que nuestros niños no van a tener acceso. Además, resulta imprescindible mantener el interés por lo desconocido. Esto ha provocado que se convierta en un tema de debate en la actualidad.
Más adelante, es necesario otorgar el rigor y el respeto por la labor del traductor, y más hoy, en esta constante globalización en la que nos encontramos sumergidos, y que hace que todos estemos relacionados. Es por eso que los traductores exigen una consideración mayor de la que tienen hasta este momento, porque recordemos que tan importante es un buen libro como una buena traducción.
Por último, se citan dos frases célebres de Montesquieu relacionadas con la pasión por la lectura que me parecen ideales para concluir un artículo dónde el objetivo principal es conseguir una literatura infantil de calidad, cosa que pasa, en cierta medida, por la acción de los traductores.
Una de las grandes virtudes que tienen los niños es su capacidad para imaginar cosas y su gran curiosidad por aprender. La lectura es una de las actividades con las que más aprenden, y por ello debemos dar la importancia que merecen los traductores y las traducciones que realizan. Con esta entrada me he dado cuenta de que traducir un texto no es solo cambiar el idioma de las palabras, es entenderlo y trasmitir el mismo mensaje para que el lector no pierda detalles. Espero poder utilizar lo aprendido en mi futuro como docente.
El artículo realmente ha conseguido su objetivo. Al menos en mi caso. Y es que como bien expone, el trabajo que hay detrás de la traducción de los libros siempre pasa en balde, cosa la cual no debería ser así. Como nos transmite el texto, la traducción de un libro es de mera importancia, además de dificultosa. Y es que el traductor ha de jugar y encajar con las diferentes culturas, expresiones coloquiales y saber analizar cual es la oración exacta que transmita de la misma forma en un lenguaje distinto al original. Es probable, que para poder adquirir esa capacidad de comprensión de la lectura tenga un mérito incluso mayor que el del escritor original. Y es que el escritor pone la imaginación de la historia y el traductor le echa un extra de imaginación para empatizar con el lector de la lengua a la que va a traducir, además de la capacidad de traducir de una lengua a otra.
Por otra parte, se señala también el trabajo de los ilustradores, que en nuestro caso como futuros docentes, la representación de un relato a través del dibujo es de mera importancia. Pues los alumnos necesitarán de este como muleta para apoyarse en la interpretación del cuento.
La traducción de la literatura infantil es importante que se haga lo más parecida al original o incluso exactamente igual y que no se adapten palabras familiares al idioma que se está traduciendo. Con la traducción lo que se hace es acercar al niño a otras culturas que no se conocen y despierten la curiosidad por conocer la diversidad. Las traducciones llevan a los niños a conocer nuevas formas de pensar y diferentes formas de ver el mundo.
Las editoriales para eso hacen un gran esfuerzo en traducir libros para acercar a los jóvenes la literatura universal. Hay veces que se traducen de una lengua que no es la original y vulnera uno de los principios de la traducción y esto supone dos traducciones e interpretaciones distintas y al final al lector le puede llegar una traducción no fiable.
Tambien hay que dar importancia al traductor sin ellos no podríamos leer muchos de esos libros. Y por eso en este texto hacen una reivindicación como por ejemplo que se les debería de poner en la portada con el autor porque gracias a ellos muchos de esos niños pueden leer esos libros.
Nosotros como futuros profesores por nuestras manos van a pasar muchos niños y tenemos que fomentar la lectura de libros originales y libros traducidos por ello tenemos que fomentar los idiomas.
Antes de leer este artículo pensaba que la traducción era solamente poner un texto en el traductor y cambiarlo a otro idioma pero tras leer esta entrada me he dado cuenta de la importancia que tienen los traductores, ya que hay que saber cómo entrar en la mente de los alumnos mientras se redacta un texto para que sea de una forma amena y entretenida para ellos.
Por lo que para poder adentrarse dentro de su mentes, los traductores deberán ser unos apasionados de la palabra y querer descubrir el significado de cada una de las palabras que el alumnado debe conocer.
Comparto la idea de que desde muy tiernas edades se les debe transmitir la existencia de otras culturas, de su forma de vida, de su idiosincrasia, ya que cada cultura es singular; esto, con el fin de que nuestros niños puedan adentrarse en el mundo mágico de lo desconocido, el cual es bastante llamativo para un lector. Por ello es que el escritor y mucho más el traductor de la literatura infantil, debe realizar un trabajo de calidad, para que los más pequeños disfruten de la lectura, además de formarse en una buena dicción y poco a poco es lo que hará coger el gusto por leer. Podemos ver entonces, el mérito absoluto que tiene el traductor el cual debe ser valorado; porque es quien nos permite pasar fronteras para llehar a lo desconocido, se involucra al completo en la obra de un autor, lo reescribe en su idioma natal y lo convierte en su obra también.
Nosotros como adultos, debemos guiarles a nuestros niños brindándoles la mejor literatura y como bien dice el texto, seguir fomentando la lectura.
Este post me ha gustado porque me ha hecho reflexionar sobre si de verdad es necesario traducir los cuentos a los más pequeños.
Bajo mi punto de vista, creo que es importante e interesante que cuentos o libros de diferentes lenguas y países sean transmitidas por todo el mundo y para ello, es necesario una traducción para llegar a más gente. Sin embargo, es esencial que se mantenga el vocabulario que el propio autor ha querido utilizar en su obra además, del sentido que le da a cada palabra o a cada momento para así hacer ver al lector por ejemplo, que hay diferentes maneras de expresar algo.
En cuanto al vocabulario empelado refiriéndonos a los niños, pienso que estos deben descubrir nuevas palabras a partir de la lectura la cual, uno de los objetivos que tiene es enseñar un vocabulario más extenso y así enriquecerse como persona.
Después de realizar la lectura del texto uno se puede dar cuenta de la importancia que tienen los traductores dentro de la globalización. Estos son los responsables de que los más pequeños comiencen a comprender el mundo en el que han nacido y las traducciones les aportan riqueza cultural a través de numerosos puntos de vista. Estos traductores no solo sirven para abrir la ventana de las diferentes culturas a los más pequeños con la literatura infantil, sino que es fundamental para que los jóvenes y mayores generen dentro de su mente una serie de conocimientos amplificados que les conviertan en personas criticas y reflexivas conociendo los diferentes estilos de vida, las costumbres e incluso las dificultades que se viven en las diferentes zonas del globo terráqueo. Pero en mi opinión se debería potenciar el nivel de los idiomas dentro de las aulas, lo ideal es que estas traducciones no fueran necesarias, pues es preferible para la globalización que además de conocer otras culturas podamos establecer una comunicación real con ellas.
Sí, pero aún así, nos perderíamos muchas cosas si no se tradujeran porque es imposible conocer todas las lenguas del mundo
La entrada de este blog relacionada con las traducciones es muy importante y da mucho de qué pensar. Bmi punto de vista las traducciones son muy importantes para conocer las culturas y las formas de vida de otros lugares. Es muy útil que se traduzcan libros de niños pequeños también para que vayan sabiendo que existen otros países, otras culturas…. al igual que es de gran importancia conservar palabras de esas culturas, como la moneda, y no cambiarla a la nuestra, para que vean que no solo existe en este mundo lo que nosotros usamos, si no que en otros lugares se utilizan otras cosas.
Hay que tener en cuenta que los niños tiene mucha curiosidad por aprender, con lo cual se deben conservar los libros y hacer cada vez más traducciones para que los menores se formen culturalmente.
Me ha parecido muy importante este apartado del blog como el que he comentado anteriormente, cada vez se me hace más importante la figura del traductor , pero hay veces que tenemos que tener la valentía de intentar leer un libro de otra de cultura para estar en pleno contacto con los sentimientos que el autor quiere hacer sentir al lector.
Por último me gustaría añadir que se está perdiendo el conocimiento de la cultura por medio de la palabra o de la lectura y es algo que debemos intentar recuperar.
Tras la lectura del artículo he podido reflexionar más profundamente acerca de la figura del traductor y la importancia que éste debe tener y debe darse a sí mismo también.
Desde mi punto de vista, es imprescindible para una obra que
ésta sea traducida de una forma pura, es decir, sin ningún tipo de modificaciones ya sea en los datos o en las ideas que el autor quiera transmitir. Porque, si esto sucede, al contrario de mejorar al niño, lo que hará será que no salga de su zona de confort, mientras que, por otra parte, si como he mencionado la traducción es pura y fiel, el niño será capaz de comprender costumbres, ideas o conceptos de otros lados de modo que pueda comprender mejor otras culturas distintas.
Por otro lado, gracias a ello también podemos observar la dificultad que conlleva para el traductor, ya que debe ser una persona altamente cualificada con amplia información sobre amplias culturas y que sepa darle ese toque a la traducción que sirva para que no cambie las ideas o el relato pero que a su vez no pierda la esencia del mismo.
Este articulo me ha hecho darme cuenta de la importancia que tienen los traductores de libros en el maravilloso mundo de la lectura.
Ya que gracias a ellos llegan a nosotros libros traducidos de otras partes del mundo sin tener la necesidad de conocer la lengua original en la que están escritos, es verdad que en muchas ocasiones se transmiten ideas de forma errónea y pierden mucha riqueza para el lector, pero la labor de los traductores es muy necesario e importante para la transmisión a otros lugares.
Para finalizar, me gustaría que estos artículos se hagan mas visualizados y así la labor de los traductores sea mas reconocida ya que no son ni mencionados por las editoriales, y son ellos los encargados de llegar un libro a todos los rincones.
El texto leído sobre las traducciones me ha hecho darme cuenta de la importancia de estas y la poca importancia que se les da. las traducciones nos ayudan a comprender mejor una lectura que no esta escrita en nuestra lengua materna, pero en muchas ocasiones o cambian solo las palabras, signos de puntuación… si no que también cambian aspectos mas culturales que de nos ser cambiados aportarían a los niños una visión mas global del mundo. Esta bien introducir y mostrar a los niños desde una muy temprana edad las diferentes culturas del mundo y la lectura es una de las mejores formas de hacerlo, siempre y cuando sean lecturas amenas y adaptadas correctamente a la edad del niño.
También me ha hecho replantearme lo infravalorada que esta la figura del traductor no solo por los lectores, sino también por los propios autores de os libros. El traductor no solo tiene que conocer la lengua del autor para poder traducirla, también tiene que entender las ideas que el autor quiere transmitir con una frase para al traducirla que no se pierda esa esencia.
En mi opinión debemos valorar mas el trabajo de traductor y los libros traducidos en general aunque también podríamos de vez en cuando leernos algún libro en versión original que ya hayamos leído anteriormente en castellano para así compararlo y ver si las ideas son las mismas y valorar mas la difícil tarea del traductor.
La idea principal que se remarca es la importancia de los traductores. Nunca me habia planteado el hecho de que muchas de las obras que leemos estan traducidas de otras lenguas, y en verdad, ensalzamos la figura del autor, cuando en verdad, deberia de ser igual de valorada la del traductor. Cierto es, que si queremos leer un libro, es mejor hacerlo en la lengua original en el que este está escrito; pero gracias a la gran función de los traductores, podemos obtener la misma calidad en la lectura en nuestra lengua materna. Con esto, tambien debemos resaltar la importancia de que los niños comprendan y valoren su labor, asi como la interiorización de que hay muchas obras que leen que han sido escritas en otras partes del mundo y por tanto, muestran una visión de diferente de la realidad.
El fenómeno de traducir es un fenómeno de vital importancia, a veces no llegamos a comprender la relevancia que tiene una buena traducción, por tanto, desde que los niños son pequeños debemos trabajar con ellos lo esencial que resulta la figura del traductor.
Traducir a un idioma que en un principio no es el del autor, puede resultar muy difícil pero la traducción en ningún caso debe rozar la sencillez por el miedo a que el lector no comprenda la mayoría de lo que se relata.
La idea que me ha sorprendido ha sido que cuando se organizan por ejemplo congresos sobre autores extranjeros en universidades e instituciones españolas, en muy contadas ocasiones se convoca al autor con su correspondiente traductor, y esto es un gravísimo error, pues el traductor es una pieza fundamental e irremplazable.
Hay que conseguir que los alumnos desde pequeños valoren la importancia de la traducción, y por consiguiente de los traductores. Como futuros maestros debemos fomentar la lectura y ser muy exigentes en cuanto a las obras o las traducciones de las obras que les mandaremos leer.
Veo dos partes fundamentales en lo que se desarrolla en este post.
En lo que respecta a la importancia de la traducción, me parece imprescindible que esta sea lo más veraz posible al original, y en todo caso, que sean los educadores los que ayuden a la comprensión de las situaciones relatadas, que puedan resultar difíciles de comprender para los pequeños lectores.
Hablando de la importancia de la figura del traductor, creo que quién debería poner fin a la situación que se nos relata, son las editoriales. Aunque no creo que les interese especialmente. Hay que tener en cuenta que cuanto más importancia le den a la figura del traductor, más importancia adquirirían y esto supondría un aumento en los gastos para las editoriales.
La entrada me ha resultado muy interesante ya que consigue su finalidad de difundir el trabajo de los traductores, se trata de un trabajo vital para la compresión y el disfrute de las obras escritas en un idioma extranjero.
Los traductores deben ser reconocidos e incluidos en la portada de las obras porque desarrollan un papel muy importante en la difusión de dicha obra, más aún cuando se trata de una obra infantil que si no esta correctamente traducida es imposible que se la hagamos leer a nuestros pequeños. Es obvio que desarrollan un papel tan imprescindible como la del propio autor o la del ilustrador y sería injusto separarles del pequeño protagonismo que merecen.
Tras realizar la lectura de la traducción de la literatura infantil, me ha hecho reflexionar sobre lo poco valorado que está la traducción comparado con lo que se debería. Es muy esencial estimular a los lectores el deseo de experimentar y conocer nuevos mundos a través de la palabra sin que el idioma lo impida. Tendemos a facilitar el vocabulario a los niños, por ejemplo, por temor a que no lo entiendan cuando, estos, tienen la libertad de atribuir significados a aquello que desconocen. No es necesario entender cada palabra de un texto, sino interpretarlo, como cada uno crea, es decir, captar la esencia del libro y ver más allá de lo que leemos.
Traducir literatura infantil.
Nosotros como maestros debemos fomentar el amor por la lectura en nuestros alumnos, pero los educadores no estamos solo, en esta tarea también deben ayudarnos, padres, bibliotecarios, editores y profesionales como los traductores de libros, porque los niños y jóvenes pueden, y deben, leer libros en otras lenguas que se han traducido a su lengua materna.
La literatura infantil tiene tres características relevantes: ha de ser sencilla, clara y ser concisa, pero al traducir un libro es muy importante mantener la riqueza de vocabulario, por eso la importancia de las traducciones es vital, pero estas traducciones realizadas por profesionales deben hacerse adaptando lo desconocido al niño para que sienta curiosidad por otras culturas, (simplemente por un horario diferente, por una moneda diferente) y fomentar una mirada diferente a un mundo diferente, amplio y global.
El idioma que más se traduce es el inglés con un 44,3%, seguido del castellano con un 15,5% y del francés con un 14,6%. Me ha sorprendido el porcentaje de los libros traducidos al castellano pues pensaba en sería un porcentaje mayor al ser el español un idioma rico en literatura, pero a su vez también hay libros que se traducen al catalán, euskera o al gallego, y esto supone una “doble traducción”, lo que supone dos cambios e interpretaciones del original. Lo mejor sería la traducción directamente del libro en su lengua materna.
El artículo reivindica, además del tema económico de los traductores, por la propiedad intelectual, ya que traducir es escribir, también reivindica un lugar privilegiado a los traductores, pues conocen la obra del autor, aspectos del lenguaje, la comunidad y la sociedad en la que se desarrolla la obra, pero que a veces ni aparecen en los créditos del libro.
Nosotros como he dicho antes debemos fomentar la lectura en un mundo lleno de imágenes, Internet, televisión, móviles, etc., pero leer ayuda a conocer otras culturas, fomenta el aprendizaje de idiomas, y gracias a la magia de la lectura puedes sentirte transportado a otros mundos.
Sobre el tema de la traducción de obras, me gustaría destacar la importancia que tiene enseñar las distintas culturas tanto a niños como adultos, para así ampliar conocimiento y eliminar fronteras.
La traducción se encuentra presente en nuestro entorno, tanto en películas, como en obras y canciones. Sin embargo y a pesar de esto, muchas personas no se dan cuenta de la importancia que tiene (hasta el punto de infravalorarla) en nuestras vidas.
También la importancia que tiene en la difusión e interpretación no sólo del arte sino del conocimiento mismo.